En La Política, Aristóteles definió al
ciudadano como aquel que desempeña “alguna clase de gobierno” o cargo, el que
goza de poder legislativo o judicial. Sin embargo, en México la
corresponsabilidad de los actos de gobierno y de los actos públicos en general
NO forma parte de las prioridades de los ciudadanos, así lo muestran los datos
de la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas 2008
(ENCUP) misma que sirve como el máximo referente de estudio del comportamiento,
conocimiento y percepción de los ciudadanos mexicanos sobre su sistema
político.
El valor de la ENCUP,
estriba además del tipo de información recabada, en el análisis de los datos,
ya que desde sus primeras aplicaciones en 2001 hasta 2008, han sido
especialistas de diversas universidades públicas y privadas como la UNAM, CIDE,
ITAM, UIA, la SEP, el IFE, etc., quienes han participado en descifrar el sentir
de la población encuestada. Según la ENCUP 2008, la confianza ciudadana sobre
los partidos políticos es apenas del 23%, esto es, que sólo 2 de cada 10
ciudadanos confían en estas instituciones y apenas el 33% está muy o algo
satisfecho con la democracia del país. Pero es más grave aún, cuando vemos la
confianza que hay entre ciudadanos, ya que el 84% de los mexicanos consideran
que si no se cuidan así mismos, la gente se aprovechará de ellos o que no
pueden confiarse en la mayoría de las personas. Otro dato a resaltar es el del
interés en la política, donde apenas el 34% refleja este, mismo que es menor al
comparado al resto del mundo como lo determina la Encuesta Mundial de Valores
2005 – 2008. El elevado grado de INTOLERANCIA que tenemos los mexicanos se
puede notar cuando los ciudadanos aseguran que no vivirían con un drogadicto
78%, con un enfermo de Sida 46%, con un homosexual 40% y con alguien que
profese otra religión 20%. Finalmente, quiero destacar el poco interés en
involucrarse en resolver problemas públicos o en presentar propuestas
conjuntamente con otros ciudadanos, esto está dado en que apenas un 14% ha
reunido firmas con sus vecinos y un 8% dijo haber participado en una
MANIFESTACIÓN.
Hoy en México vivimos
una efervescencia de participación ciudadana marcada por el proceso electoral,
principalmente, en el Distrito Federal pero que ha llegado a diversas partes de
la república. Dichas manifestaciones de participación se pueden definir en dos
sentidos, el primero que denominaré CONSTRUCTIVO
y que se basa en el impulso de diversas iniciativas definidas como Agendas
Ciudadanas, ahí encontramos las propuestas del CEESP, el
Instituto Mexicano para la Competitividad,
A.C., México Evalúa y el Centennial Group Latinoamerica, “Futuro
para todos, acciones inmediatas para México”; la Agenda ciudadana del Consejo Coordinador
Empresarial (CCE); la propuesta de Visión por “Nuestro México del Futuro” de Seguros GNP; la propuesta de México
SOS “La Agenda 12.18”; "México
Rumbo a la Sustentabilidad: Propuestas para la Administración Federal
2012-2018" que presentan 25
organizaciones civiles sobre 40 puntos en pro del medio ambiente; 200 Organizaciones
como el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Observatorio Nacional
Ciudadano y Causa en Común realizaron la Primera
Cumbre Ciudadana para “Construir un
México Pacífico y Justo”.
El
segundo sentido de la participación ciudadana en el actual proceso electoral
2012, lo podemos definir como MOVIMIENTO
POLÍTICO, ya que ha sido expresado en
forma de manifestación en contra del candidato a la Presidencia de la República
Enrique Peña Nieto y en contra del PRI, el origen fue la manifestación en la
Universidad Iberamericana, empero, la respuesta del PRI y de los medios masivos
de comunicación hicieron que dicha manifestación tuviera un motivo no sólo
político, sino social y democrático. Ahora, su argumentación es por el derecho
al libre y democrático acceso a la información, así como del manejo adecuado de
los medios de comunicación en este sentido.
Ante estos dos tipos de manifestaciones, todo
pareciera que los mexicanos hemos cambiado y ahora somos más participativos,
que confiamos más en nosotros mismos y que somos muy tolerantes. Empero,
discrepo totalmente con esta falsa visión. Primero por que “es destacable indicar
que en el Congreso de la Unión, desde el año 2000, se han presentado cerca de
50 iniciativas (Véase “Balance de las Iniciativas Presentadas desde la
LVIII Legislatura ante el Congreso de la Unión en materia de Participación
Ciudadana” [en línea]. IBD. Junio 2008
http://www.senado.gob.mx/iilsen/content/lineas/docs/varios/bal_part_ciud.pdf) dirigidas a
establecer elementos de democracia directa en el sistema político mexicano y
enfocadas a armonizar el marco legal federal con los instrumentos de
participación ciudadana que representan, en sí mismos, mecanismos que permiten el
reconocimiento expreso de los ciudadanos como sujetos con posibilidades de
participar de manera libre, responsable y activa en las decisiones y actos
públicos y políticos del país, ello sin sustituir, revertir o vulnerar el sistema
de representación política” (Camcho, Julieta. Estado de la participación ciudadana en México. Revista Pluralidad
y Consenso). Esto es, la manifestación de los 132 de la Ibero y la convocada en
el Zócalo por los partidos políticos opositores al PRI, por las universidades,
sindicatos como el de los electricistas y de mexicana no refleja ni el sentir
de LOS MEXICANOS, ni mucho menos un consenso nacional. Segundo, por que los
propios candidatos y en particular Enrique Peña Nieto (crear la ley de
participación ciudadana, contralorías sociales y participación social en todo
el proceso agregado de las políticas públicas, etc.) y Andrés Manuel López Obrador (presupuestos
participativos, revocación de mandato, afirmativa ficta, etc.) ya han
incorporado figuras específicas que romperían con el paradigma de la
indiferencia gubernamental sobre este tema y tercero, por que en el caso del
que llamo MOVIMIENTO POLÍTICO, en su lucha por el fin de la intolerancia, se es
más intolerante, ya que el hecho de manifestarse en contra de Enrique Peña
Nieto refleja una intolerancia ante quienes se han expresado a su favor. Basta
reconocer que lo que lo ha posicionado firme y constantemente antes y durante
el proceso electoral como el candidato que tiene la posibilidad de ganar la
elección, es el apoyo de la gente motivado en su conjunto por el desgaste
gubernamental del PAN en el gobierno, por la falta de propuestas más sólidas de
los otros contendientes y porque NO ha gobernado en los últimos 12 años. Si Enrique
Peña Nieto no tuviera posibilidades de ganar la elección, habría que
preguntarse si este movimiento se hubiese generado.
Por lo pronto, después del 1 de julio de 2012, los
mexicanos, TODOS, tendremos que sentarnos en la gran mesa del FUTURO, en la
cual, ni la intolerancia, ni la falta de propuestas, ni la indiferencia podrán
ser aceptadas, el país nos urge a una reconciliación nacional para trabajar
corresponsablemente y nos urge a solucionar nuestros grandes problemas. De
nosotros dependerá la confección de esa mesa.
[1] El
autor es Licenciado en Administración Pública y Ciencias Políticas, cuenta con
dos Especialidades, una en Políticas Públicas y otra en Administración Pública,
así como una Maestría en Administración y Gerencia Pública, ha sido Director
General de la Oficina de la Presidencia del H. Ayuntamiento de Othón P. Blanco,
Presidente del Instituto de Administración Pública del Estado de Quintana Roo,
A.C. en donde también ha fungido como Coordinador Académico y de Investigación
y Delegado en Chetumal, ha sido Secretario Técnico de la Secretaría de Gobierno
del Estado de Quintana Roo y ha ocupado diversos cargos en la Administración
Pública del Gobierno del Distrito Federal y del Gobierno Federal.
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